Una semana entre autobuses, acero inoxidable y leche materna

Saludos bloggeros!!!

Imagino que pensarán -¿Qué será de la vida de EiKa? ¿Cómo le estará yendo en el IVIC?, tiene días sin escribir-. Pues no, no he estado en el IVIC :S

Resulta que cuando por fin logré reunirme con mi tutora en la planificación que hicimos para mis pasantías me dí cuenta que me faltaban unas muestras de acero inoxidable que necesito para hacerle unos estudios, y sin mucho qué pensar me regresé ese mismo día -martes- a Valencia a contactar al taller que nos preparan dichas muestras, el miercoles en la mañana me dicen que me las tienen lista para el lunes -hoy- y yo toda desesperada, pero en el fondo feliz porque tenía entonces unos días libres para escaparme a Barquisimeto -donde vive mi hermana- para acompañarla en el nacimiento de su bebito -mi primer sobrino =) -, en fin he tomado en lo que va de semana como 1200 autobuses para trasladarme de un polo a otro, pero la experiencia fué maravillosa, ver el nacimiento de mi sobrino y ayudar en lo que podía en su cuidado fué tan divertido como agotador.

El día del nacimiento llegamos a la clínica justo antes de que entrara mi hermana al quirófano, esperamos todos ansiosos y ha nacido el baby, inmenso y muy sano :)
Se queda a acompañarla su suegra y nos toca regresarnos a la casa, con la ganas de dormir por lo menos un poco y al día siguiente muuuy temprano regresar a la clínica, me toca ahora ayudar a mi hermana y por primera vez cargo a mi sobrino con un poco de miedo pues suelo ser muy torpe para estas cosas pero traté de colaborar en lo más que se pudo; ya cuando estamos en la casa duermo con mi hermana, pues a mi cuñado y a mi hermano les prohibimos entrar al cuarto todos bebidos, y nos toca levantarnos a cada hora para atender al bebe, para darle alimento o limpiarlo o ambas cosas.

Ya para el tercer round me despertaba toda despeinada con los zapatos alrevés dando tumbos y preparando la leche cada vez que escuchabamos el singular llanto -el primer día mi hermana no pudo amamantar-, ya para el día siguiente volví a dormir con mi ella -no recuerdo por qué- y sucedió lo mismo, pero ya a estas alturas no lograba despertarme, el cansancio de estas dos semanas me vencía, yo creo que hasta llegué a caminar de espaldas y realmente dormida jajajaja, entonces mi cuñado le toca incorporarse a la faena y ayudarnos con el bebé.

Por fin amanece y quedan pocas horas para regresarnos a Valencia para finalmente buscar mi muestras y tener todo listo para ahora sí comenzar a trabajar. Fué una semana agotadora y a la vez maravillosa, ahora ya no dejo de hablar de mi sobrino y, bueno, espero poder verlo muy seguido para malcriarlo ;)

Me espera otra semana fuerte pero ya con todas las ganas de seguir adelante...

Nos estamos viendo

Que estén bien!!!

Se les quiere (^.^)