2006-04-21



Algna vez alguien cantó una balada triste sentado a la orilla de la playa rota, y el choque de las olas enmudeció ese canto.

Cuando hay regatas el lago se cubre de pequeños veleros blancos, silenciosos, que corren en bandadas con el viento suave de estos atardeceres plomizos.

Alguna vez tuve grandes girasoles y murieron.


Laura Antillano- La muerte del monstruo come piedra.

1 comentario:

Juan Ernesto Gil dijo...

hola amiga mia,te escribo para decirte que me atrae mucho tu blog,las imagenes que colocas son bastante expresivas,pero quisiera leer tus palabras, es decir, leer algo escrito por ti,quiero que te expreses que para eso es el blog.
claro es una petición mia,no es ajuro.
voy a seguir viniendo.